322

En la jerga dotera, el 322 es la referencia cuando se detecta que una partida es arreglada, trucha, con trampa. El nombre viene justamente de una apuesta que involucró dicho monto, por parte de un jugador que apostó contra sí mismo. No está demás decir que también hubo versión perucha de ese tipo de arreglos.

Al respecto, no bastó ver al rebaño fujimorizando las críticas a una volteada en el ámbito político (como se habló en las columnas anteriores), ahora lo vemos festejando una trampa en el fútbol, concretamente un gol con la mano que ahora es maquillado como un momento histórico.

No debería ser tan importante un partido de fútbol, con eventos que desde el Mundial de Brasil o la Copa América pasada (que fue en Chile) olían raro. El problema es que los grupos caviares no solo han festejado un gol con la mano, una trampa; se han vanagloriado de ello, como mofándose de todo lo dicho sobre ellos en lo que va del año. ¿Qué ejemplo están dando?

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Fuente: gerardolipe (via Twitter)

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322 caviar festeja 322 en el fútbol. (también vía Twitter).

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Fuente: El blog de Binario (via Twitter)

Cito estos tres por pasar de «oposición» a peleles del gringo. Como mención honrosa, dejo también este mal chiste por parte de El Comercio, en una triste coincidencia con la editorial del día Domingo.

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NdR: comenzaron con el control de daños diciendo que fue con el muslo, mostrando ángulos pendejos, etc. Lo de tramposo nadie se lo quita, sobre todo frente a un seleccionado que ya tuvo roche por echarse en su propia casa, en el Mundial del 2014. Y no fue el único caso.

[Usted/El perú] no tiene remedio.

Así, termino con el colmo de los colmos respecto a este deprimente contexto, celebrando las trampas en un lugar donde el mermeleo es sagrado aun si es en favor de lo indefendible, echando de ladrones a otros cuando se habla de su complicidad (como en el #Ocramgate y la volteada de los izquierdosos, que ahora se enorgullecen de quienes los corrompieron como pueden ver en los tuits).

UPDATE: La Mula con algo de tardanza dio el peor control de daños sobre el caso. «Yo solo enlacé», dirán luego de esto, pero compartir una excusa que el fútbol es tramposo y sus valores no deberían compararse con la vida común (en coincidencia con el horrendo cherry a las irregularidades del voto electrónico), reduce a un valor más que negativo la decadente autoridad moral del otrora pionero de internet que fue su matriz la RCP.

Volteadas a la peruana.

Sí, a nivel internacional también. Google hace pocos días anunció su respaldo al acuerdo Transpacífico, pero a diferencia de acá donde andan mudos o a lo mucho tildando de retrógrados a los que critican, en los EEUU se armó el bullying.

Estas volteadas tienen explicaciones, cuando eres monopolio o dominante, ese tipo de acuerdos son para evitar que otros compitan. Netflix junto con una coalición de sitios, también se pasaron al lado oscuro meses atrás (para variar, en medio de conflictos por criminalizar el uso de redes privadas virtuales o VPN) y el historial de sus aliados como Coinbase (que intentó sabotear a la comunidad Bitcoin), Paypal (que por paranoias diversas fue congelando y cerrando cuentas arbitrariamente) o Reddit (que sufrió revueltas tras una ola de censura por parte de su ex CEO Ellen Pao el año pasado), tampoco es agradable.

El contexto electoral en los EEUU tiene mucho que ver con ello. La mayoría de los lobbistas (incluyendo varios conservadores) están contra Trump y se amarraron con la cornuda loca, que como reporté anteriormente, tiene en perú sus mermeleros, como la Red Científica Peruana (RCP). Una suerte de #noakeiko a la inversa, ya que los Clinton respaldaron al fujimorismo en la década que gobernaron paralelamente en los EEUU.

Bueno, 2016 quedó como el año más falso de mi existencia. Y Netflix puede meterse su House of Cards por el culo.