El negocio del fracaso (III)

Guárdense eso en la cabeza, sin cambio de modelo económico no hay plan de seguridad «Bukele». Pese a su volatilidad (enfrentarla requiere una buena mentalidad de apostador), El Salvador aceptó las cripto como divisa (concretamente Bitcoin) por una atractiva razón: sortear riesgos y bloqueos económicos. Dicho esto, Separar a Bukele de Bitcoin es como separar a Fujimori de la constitución del 93.
Así que dejen esa paja mental a un lado, peor con Boluarte que es la agenda 2030 en palacio. Esto queda mucho más patente con el pedido de facultades legislativas dados bajo cuento de la delincuencia, dando ese «plan bukele» como cortina de humo, al dar más poder a la «cooperación internacional » bajo cuento de la «seguridad ciudadana» y claro, tocar esa cosa disfuncional llamada RENTESEG.

Anteriormente se habló del negocio del fracaso en transportes y calidad de vida, luego el negocio del fracaso en la agenda de «prevención de la violencia contra la mujer», ahora tenemos el negocio del fracaso en «seguridad». Como es una larga historia repartida en varios posts a lo largo de los años, hablaré de puntos concretos que nos llevan al problema actual.

Como definí en la segunda parte, el negocio del fracaso es el basado «hacer políticas intencionalmente incómodas para poder hacer plata con faenones» con la hostilidad en general, sean asesorías para «reformar el transporte» o «prevenir el acoso/feminicidio/grooming» (de lo que trataron las partes anteriores), o la infame «gobernanza de internet«.

Yendo al génesis en el negocio del fracaso en seguridad, puedo situar este en la deforma del código penal conocida como ley de delitos informáticos, Ley 30096, que tuvo tres versiones, la Ley Bedoya (2010-2011), la Ley Beingolea (2012-2013) y la versión que finalmente coló el congreso por las malas, la Ley 30096. Esta trajo una infame adición al artículo 230 del Código Procesal Penal, que favorece el chuponeo y retención de datos de telecomunicaciones de los usuarios. Esto dice el numeral 4 de dicho artículo.

Datos que están en peligrosas manos privadas antes que reciban uso policial o fiscal, favoreciendo los crímenes de suplantación y secuestro que hoy conocemos.

Muestra de ello, en el 2017-2018 cuando se creó el RENTESEG, la ley que promete una «lista blanca de celulares» (que sigue siendo una promesa demasiado peligrosa hasta para sus propios mermeleros), surgieron falsos positivos producto de la portabilidad numérica, apuntando equivocadamente a personas que no tuvieron equipos dudosos en mano. La verdadera finalidad (comercial) de la norma fue poner trabas a la importación de celulares por personas naturales (art. 28.4 del reglamento del Renteseg) y favorecer huecos de seguridad con la «vinculación de equipos».
De hecho, Osiptel sugirió un método de autenticación de «clave única» para trámites como portabilidad o reposición de SIM, que este año fue burlado gracias a la corrupción interna de los operadores de telecomunicaciones y los bancos, impulsores de las cochinas normas antes mencionadas.

¿Qué hizo Osiptel ante el roche? Culpar al Wifi y el phishing en lugar de lo permisivos que fueron Claro, Entel y Movistar con suplantaciones ocurridas dentro del operador.

Para variar, mermelada con factura encargada por el regulador a RPP (para eso hay plata). Cómo no va a meter plata si le quemaron el floro.

LOL.

Eso es para desviar también la problemática creciente con la forzada relación celular-persona, que fomentan estos crímenes pero entre ellos se protegen.

No hay modelo Bukele sin cambio de modelo económico.

Guárdense eso en la cabeza, sin cambio de modelo económico no hay plan de seguridad «Bukele». Pese a su volatilidad (enfrentarla requiere una buena mentalidad de apostador), El Salvador aceptó las cripto como divisa (concretamente Bitcoin) por una atractiva razón: sortear riesgos y bloqueos económicos. Dicho esto, Separar a Bukele de Bitcoin es como separar a Fujimori de la constitución del 93.

Porque si no lo hacen pasan estas amenazas.

¿Y quién es el primer enemigo de un modelo Bukele? La banca, la misma detrás de la infame ley de delitos informáticos mencionada al inicio. Clarísimo con la ley del dinero electrónico de inicios del 2013, antes de la cochina ley de delitos informáticos. Por el miedo que una cripto se vuelva divisa como finalmente pasó en El Salvador (y hacer peligrar parte del negocio con los monederos electrónicos que es la minería de datos y los delitos relacionados), pusieron una traba en el artículo 3.

Artículo 3. Reserva de actividad
Solo pueden emitir dinero electrónico las empresas que operan bajo el ámbito de supervisión de la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, listadas en el inciso A del artículo 16 y el numeral 6 del artículo 17 de la Ley 26702, Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros.

Así que dejen esa paja mental a un lado, peor con Boluarte que es la agenda 2030 en palacio (no es paranoia, ahora muestro captura). Esto queda mucho más patente con el pedido de facultades legislativas dados bajo cuento de la delincuencia, dando ese «plan bukele» como cortina de humo, al dar más poder a la «cooperación internacional » bajo cuento de la «seguridad ciudadana» y claro, tocar esa cosa disfuncional llamada RENTESEG, mencionada antes.

Para variar, los estúpidos pretenden penalizar una cosa común de los teléfonos actuales, como la alteración temporal de las direcciones MAC de los teléfonos y tarjetas de red. Esta incluso las realiza el sistema operativo por seguridad en ocasiones.

¡PLOP!

Pero la modificación del art. 283 del Código Penal sugerida se lleva las palmas a la peor medida. Antes hablé de ese artículo por los delitos cometidos por Claro y Bitel, saboteando sus propias líneas (cosa que pese a la evidencia nunca han tocado), pero esto es mucho más tramposo. Digamos que ocurren más crímenes en estructuras correspondientes al Ministerio de la Mujer (como los abusos en albergues entre el 2021-2022 y tuvo a sus ex ministras con total impunidad) y pides con gran justificación, el cierre de ese ministerio que además es nido de ratas caviares desde 1996. Bajo esta figura eso será delito, da igual si es verdad.

Aunque no me llevo con Hiperderecho por ser receptor de la NED y además haber hosteado esa horrenda agenda de Google y el NDI llamada «democracia digital» (que hizo lobby contra la neutralidad de la red la década pasada), ellos señalan aún más puntos, que afectan el criticismo al negocio del fracaso.

Lamentablemente el triunfalismo luego de la salida de Castillo para los conservadores, dio la misma ceguera que la entrada de Castillo para la izquierda en general. Cuando esas medidas se usen contra ellos en favor del ejem, globalismo, unos se dejarán golpear callados y el resto piteará de forma inútil.

Lo peor de todo es que la banca, ya que hablé de Bukele, telecomunicaciones y suplantaciones, está saboreando tener el poder de cancelar cuentas a la gente por nada. Intercorp dio los primeros pasos con Agora el año pasado y aunque espero que la crisis en Falabella retrase la expansión de malas ideas (que sacó del mercado a su monedero FPay), ellos buscarán la forma de volver sus malas ideas aceptables.

Por otra parte, el negocio del fracaso es caldo de cultivo de ONG’s y sus infames asesorías. Y hablo de las ONG EN GENERAL, desde la terruca CNDDHH (ONG financiada por la NED que saboteó los cierres de fronteras en el 2019 en antesala al covid) hasta la libertarada Asociación de Contribuyentes del peru (mostrada), fachada de Atlas Network que tiene su propio historial en este espacio. Y quien además sugiere a la OCDE como ejemplo de algo, es un idiota.

Ambas ONG a su vez, parte del infame negocio migratorio movido por EEUU, parte también responsable del negocio del fracaso en seguridad por cuidar a sus «fichas democráticas».

*La «agenda 2030» no es más que la normalización del negocio del fracaso, por eso lo llamo así en vez de su nombre usual.

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