(o cómo no extorsionar a una mujer)
Después de 17 años vuelvo a portar alas de ciberángel. No, me miento, hoy soy un mercenario. Antes troleaba a los arrechos en Mu Online usando una elfa y evitaba que hablen con lo que podía parecer un niño (sí, el grooming es un fenómeno que vas a ver en internet donde no lo esperas), pero lo que pasé en el 2018 y entre el 2021-2022 fue lo más pesado que haya hecho en mi existencia: defender a «mujeres vulnerables» contra chantajistas y suplantadores. En efecto casi muero por la tensión del último caso, me agarró en el peor momento.
Primero salvé a dos extranjeras de un chantaje sexual en el 2018, probaron un falso casting de camgirls y este caso fue fácil. Una de ellas me dio sus cuentas y tras verificar las configuraciones de sus contactos (si difunde fotos en Facebook y Twitter terminarán en «solicitudes de mensajes» a lo mucho), provoqué al agresor y en paralelo reporté sus anuncios para en conjunto hacerle un apagón. Huyó. Terminó mal cuando quise buscar recompensa, las dos sacaron a sus maridos para botarme, pero cumplí mi palabra de no revelar lo que vi (léase las fotos).
Los efectos de FOSTA en el peru y la ambición política de las puntocom contra una stripper.
Luego desde otoño del 2021 investigué el chantaje a una stripper del cono sur. En realidad solo iba a recuperar su cuenta de Twitter al inicio (le pregunté sobre eso tras comprarle un pack y así empezó mi intervención en el tema), pero el tema escaló bastante rápido.
Graben este último mensaje, lo veremos más adelante.
Comienzo con los antecedentes, por el 2018-2019 un tío ofrecía recuperar cuentas de redes sociales y esto huele a estafa a leguas: se llevó la cuenta de Instagram de esta chica, lo cual trajo una serie de baneos toda vez que ella quería recuperar presencia en esa red.
Lo gracioso viene aquí. En el 2021 se da la intervención de EEUU y las Big Tech en las elecciones en el peru, luego de la misma intervención en su propio país. Bien, qué tiene que ver con esta stripper, Meta inhabilitó los formularios por acoso, que era recontra rochoso porque mientras ella era echada, se gestó una red de cuentas falsas que la acosaban sin roche. Y mantuvieron eso invariable por todo el año por majadería política de la compañía, juntando lo peor de FOSTA que expliqué en el artículo anterior con sus intereses en las elecciones locales.
Aunque se logró banear buena parte de las cuentas atacantes, la cuenta secuestrada gestora del ataque seguía activa. Y tras un tiempo de pausa (ella se fue con unos «sponsors», vivió tranquila por unos meses) entonces en el 2022 el problema volvió, siendo en Julio cuando las acciones fueron más violentas.
El chantaje se extiende.
En Julio del 2022 vuelven los ataques, pero esta vez sin amenazas, hasta que el 10 de Agosto empezaron estos mensajes privados. Esto lo tomé de los estados de una conocida de la víctima (nunca me quisieron dar el contenido de los chats con el extorsionador y lo comprendo).
Como el año pasado, Meta se pasó el reporte por acoso por los huevos y peor aún, para Meta, la cuenta del extorsionador era la «verdadera», botando casi automáticamente todo perfil que la víctima se creaba.
Todos esos «instagram user» son de la víctima, sin contar las cuentas con las veces que nunca usé inbox con ella. ¿Y Meta? Para que vean cómo la burocracia de Meta es peor que la del estado peruano.
El deseo de tenerlas abajo para poder tener oportunidad de coger.
El propósito de ese impostor era solamente sacarla de la red, aunque promocionaba «packs» no respondía, hasta se comportaba igual de «botada» que la verdadera (lo siento hija). Entonces tras pedir permiso a una de ellas fui eliminando datos recientes de las ahora dos afectadas en algunos sitios, al menos donde hay actividad hablando de ellas. Así las víctimas tenían menos visibilidad en esos sitios y el impostor menos material para copiar.
Pero pauso un momento y lean la captura que dejaré a continuación (olvidé hacer una versión sin censura antes que eliminen la data). En parte es cierto, la llegada de plataformas como Onlyfans o la improvisación mediante grupos (sea Discord, Whatsapp, Telegram, etc.) hace que ellas puedan poner barreras, ser selectivas con quienes quieren algo con ellas. Solo así pueden explicarse suscripciones carísimas de $50 por una MILF que no muestra los labios de abajo.
Y es de esperarse que la «clase trabajadora» (sic) quiera acabar con el «capitalismo depredador» que encarece los culos.
Un arranque de cólera y el comienzo de la voltis.
Inicialmente esto iba a ser solo por internet, es decir buscar resolver todo de forma burocrática y abusando de algoritmos en el peor de los casos. La víctima se cansó y me mandó a la mierda, me dijo que iba a denunciar ante la policía al impostor. Pero sin nombres y sin más datos esa denuncia se iba a caer, fue por eso que en el 2018 operé sin recurrir a las autoridades y reduje la dificultad de la misión tras estudiar el escenario.
Con tal de recuperar respeto hacia ella y ayudarla a tiempo con la denuncia, tuve que invertir en una «red de sapos» que pudiera monitorear la cuenta falsa y pulsear por «compra de packs», para forzar así un dato del agresor. No fue hasta el 12 de Septiembre cuando los factores antes mencionados hicieron que el impostor se confíe. Menuda suerte, el tipo había acosado a otra stripper en el pasado, Maribel Rabanal. Esa coincidencia me sirvió.
(contexto, ella fue baneada de Facebook)
Como a ella también le fueron suspendiendo cuentas, menos mal algunos dejan rastros (pongo uno SFW porque en Lima Bellezas sí hay un topless con esa cuenta de referencia en Twitter). Aclaro que hasta este punto aún no sabía el Twitter del agresor, eso recién lo veremos más abajo.
Como le había pagado a Maribel un show virtual en el pasado y también darme cuenta de un detalle con sus apellidos (que el otro también conoce), ese fue el «factor de confianza» para poder lograr una «transacción» y al fin un nombre sospechoso.
Y al pagar doy con el nombre: Antony Joel Quiñones Romaña, que en Yape figuraba sin las ñ, tremenda irregularidad de los bancos (no me sorprende). Supe que lleva ñ en ambos apellidos gracias a datos desperdigados.
Pero alguien me bajó la llanta, nada menos que la víctima. Poco antes que le tumben por enésima vez su Instagram, la pelada de la emoción me delata.
Fue por esta filtración que decidí publicar todo esto a nombre de la fanpage. Si me delató, ahora que sepan quién la protege. Y así comienza la avalancha, Antony Joel tenía datos desperdigados:
Una base de datos de árboles genealógicos dio en el blanco con las ñ
y una web de letras de canciones explica que su nickname era Jofelpha o Jofelpha01, que luego volvería a ver en el foro donde más ataques recibió la víctima.
Entonces luego de varios borrados de datos, el impostor decide reabrir un tópico sobre mi protegida en perutops, para promocionar un canal de Telegram sobre ella manejado por él. Y coincide con una historia promocionada desde el Instagram falso que maneja.
Ah, el idiota se olvidó que tiene Twitter.
Ahora tenemos datos bancarios y una interacción que si la declaro a tiempo puede ser prueba válida. Sospechosamente los moderadores de perutops se negaron a eliminar el tópico a diferencia de los anteriores.
EDIT: Ya eliminaron el thread que expuso el Telegram del impostor (quien de paso fue baneado del foro por seguridad), pero quedó esto como rezago. Ahora sabemos para qué usa ese canal.
El 17 de Septiembre apenas me enteré del fracaso de la víctima con su denuncia (corrí contra el reloj porque lo hizo para mandarme a la mierda y sabía en qué la estaba cagando), la ingreso por ella.
Frente a la burocracia de las puntocom no hay varita mágica.
Lección para toda egirl, modelo, emprendedor en general: usualmente «no hay hackeo», lo que hay es corrupción. Rara vez es un exploit o un ataque al tráfico de red (que sí lo padecí en Diciembre pasado y WIN era sospechoso), casi siempre uno termina cediendo datos personales directamente y eso incluye también cederlos a las mismas redes sociales o los bancos y operadores de telecomunicaciones. Así fue como pasó con esta chica quien para variar aún es jovencita, perdió acceso a una cuenta y por no saber cómo es lo podrido de la burocracia de estas redes (peor aún si sucede en años electorales como en mi caso), termina cayendo en esos engaños.
Instagram fue el principal campo de batalla. Como no habían pistas y la cuenta falsa solo la sacaba para joderla (es decir ni siquiera hacía ventas falsas, demoré en pulsearle una), solo quedaba llenar formulario para recuperar cuenta y devolverle el golpe con los reportes. Y el problema era que los formularios como expliqué líneas arriba no funcionaban, jugada malintencionada de Facebook/Meta para hostilizar a estas chicas y de paso, distorsionar el mapa electoral de ese año.
En efecto mientras buscaba relación de ese impostor con otros, encontré una cuenta falsa de Instagram que se hacía pasar por (sí, otra stripper) Sofía Cavero. Las fechas de las fotos del perfil falso eran de hasta el 2018 (las de la víctima datan del 2019) y logré entrevistarla, tuve que comprarle algo por simple ética. Casi no saqué nada útil excepto dos detalles ligeros, conocía al agresor (dijo que era un loco) y que «solo estoy enfocada en mí», desligándose del tema. Este último detalle también fue la respuesta cuando le pregunté por qué no verificaba identidad en Instagram para deshacerse de esa cuenta falsa y me recordó lo que me pasó en elecciones: yo tampoco confiaba dejarle mi DNI a Meta.
El otro dilema, ¿Hay recompensa?
Tratar con trabajadoras sexuales (sean egirls, strippers, damas de compañía, actrices porno, etc.) es tenso, algunos debemos resistir la tentación de usar ese poder de ayuda para tener ventaja. Es re jodido, sobre todo si la víctima está en etapa de crecimiento y lo he notado con el uso cada vez más recurrente de Onlyfans/Fansly y similares o los grupos de Whatsapp/Telegram, para monetizar sin tener que usar presencialmente sus cuerpos.
Si comenzaron en la prostitución y se abrieron a cosas menos exigentes, eso se nota mucho más, la envidia se siente y la estás ayudando a que se aleje más de ti (y tu bolsillo). Puedo ponerme en la mente del agresor por un momento.
Por supuesto que esta intervención mía ya no es ad honorem (se lo advertí apenas renunció a mi confianza), pero la chica tuvo suerte que fuera yo, tan solo por agenda debía cooperar y ustedes saben cuál es, los cul🍑s. No sé si este último caso tendrá recompensa, pero sí le confesé mis intenciones (aunque eso a veces resulte repugnante) y prometí resolver este caso de todos modos.
Y es re DIFÍCIL hacer esto sin tener algo a cambio, que te vean sin resultados, desesperado como el arrecho que la chantajeó y encima minimizado. No estuve psicológicamente preparado para esta odisea, pero finalmente lo hice, por en el peor de los casos dar la contra a la cochinada de feminismo que nunca le echó una mano y hace plata en su nombre peor que los suplantadores como el que finalmente revelé.
Repasando el porqué este pajero se metió en el tema aun si no conseguirá sexo algo a cambio.
La respuesta la reitero, mis enemigos que se dedican a la agenda «mujer» son peores. Lo expliqué en el artículo anterior, pero lo repito para quienes no aprenden.
Y una manifestación es la evasión cuando se trata de Meta como factor. Lean la redacción de esta publicidad de Hiperderecho (aceitada por la NED en el 2021) de Enero pasado: culpan más a Onlyfans que a Instagram; el escenario que hablan existe, pero las más molestas con los perfiles falsos son las que tienen OFICIALMENTE un Onlyfans o similar con la plaga de perfiles falsos de Instagram producto de FOSTA y sus medidas.
Y como mostré también en Marzo pasado, ciertos tipos de mujer no existen para esas ONG, así hayan sufrido feminicidio, situación notoria cuando ocurrieron asesinatos de meretrices entre Febrero y Mayo del 2022. La terrible moraleja es que no esperes cooperación en este rubro y me volví una peligrosa excepción.
El otro objetivo de esta investigación es parar las medidas hostiles de Meta y Twitter (y otros sitios) que surgieron con FOSTA y alcanzaron a esta chica, que han tenido una manifestación mucho, mucho mayor con el aún reciente bloqueo a Pornhub en Instagram.
Y la mermelada con factura perucha fue con el control de daños, ahí se ven esos infames «talleres de periodismo» a lo Odebrecht que auspician Google y Meta.
Se lavan las manos diciendo que «pusieron contenido explícito», pero ya vieron cómo eso no funciona con impostores que Meta sabe que son impostores o por lo menos sabe que tienen otras conductas abusivas. Es una política malintencionada.
Peor aún, las historias de Instagram muestran lo MAL que maneja Meta su propia política «anti trata/antiporno». Como duran solo 24h, si un reporte no llega a tiempo, sale el mensaje «pero parece que ya se eliminó» cuando llegan a «revisarlo». No ocurre nada con el suplantador, pese a ser muy explícito ofreciendo «servicios sexuales» y hasta expuso a un familiar menor de la víctima en medio de esas historias.
Y no van a ver a nadie hablar de esto, nadie, porque el auspicio de Meta da plata, por no perder la monetización via estrellitas o suscripciones, por no quedar en shadowban como ocurre conmigo y ha sido más mounstroso últimamente, al punto de sufrirla como cachinero tras el cierre de OLX y comerme el ghosting en Facebook hasta en publicaciones de pago. Y revisar estas cosas cuesta, al punto que hasta abrí unos QR de Yape porque no me quedaba otra, estaba visualmente reducido, incluso hice el ridículo como DJ a ver si recaudaba fondos de emergencia.
Recién publico esto hoy 30 de Septiembre del 2022 porque al fin ese caso está avanzando, me enfrenté a todo nuevamente solo, incluso me enfrenté a la víctima, pero su comportamiento lo había reconocido de otros enredos que tuve personalmente y seguí. Solo que este es el primero que escala a nivel criminal y pude tener toda la carga de prueba en mis manos, cosa que a su vez no es fácil porque no solo es encontrar nombres, es hilar datos muertos y espontáneos con referencias más verificables (porque una captura de pantalla por sí sola no es evidencia), además de contratar más ojos para ver al agresor, consultar a profesionales (porque yo no lo soy), pelear con burocracia. Y logré gran parte de ello estando en crisis.
Ella tuvo suerte que sea yo, aunque estoy en mis últimas espero que este último esfuerzo acabe con su pesadilla… y tal vez la mía también.
UPDATE 10/22: Mientras esto pasaba, me enteré de muchos más casos de suplantación, entre ellos sobre algunas strippers incluyendo las antes mencionadas. Pero la finalidad del atacante es diferente, busca atrapar usuarios a un falso perfil de fansly basado en Wix, phishing básicamente.
Para variar todos los perfiles tenían el mismo sitio origen, abacadataskmasterj45.wixsite.com, con la página falsa lista para cargar scripts maliciosos.
Y no solo eso, también encontré una noticia sobre otro caso de suplantación ligado a la estafa con ventas de entradas. El caso que ven en pantalla hasta tiene como en mi caso a un cobrador identificado, el cual no siempre es culpable pero sí amarra datos bancarios a los sospechosos en algún punto (¿Recuerdan Comunicore?).
Pero lo más llamativo es esto. La Dinincri huye del tema teniendo a la mano en este caso el dato bancario. Cómo para hacer reglaje a un consejero de Indecopi hay disponibilidad de acceso a datos y a un sospechoso por estafa/suplantación no. La actitud de la PNP es muy sospechosa.
Este contraste pone muy en duda a la policía, como si estuvieran escondiendo algo relacionado a estos suplantadores. Hasta puedo pensar más allá por el lapso de tiempo, todo esto ocurre luego del 12 de Septiembre, cuando identifiqué al suplantador de mi caso y tanto este como la estafa mostrada líneas arriba tienen a Meta como elemento común. Recuerden que sus productos como Facebook tienen una política de «datos reales», que ahora está en tela de juicio.
Puede que esto venga de mucho más arriba y en un contexto poco favorable para Meta, un salvavidas no le cae mal aquí.
V de Vergüenza 
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